Las alergias alimentarias, la intolerancia a la lactosa y la enfermedad celíaca pueden obligarlo a evitar el gluten, el huevo, la soja y los productos lácteos. Tal dieta excluye muchos granos y otros alimentos comunes, pero aún puede planificar una dieta balanceada sin estos alimentos. Elija alimentos no procesados siempre que sea posible y lea las etiquetas de los paquetes de alimentos para asegurarse de que no contengan gluten, huevo, soja o lácteos.
Carne, Aves y Pescado
Puede comer todo tipo de carnes frescas, aves y pescados con una dieta sin gluten, huevos, lácteos o soja. Estos alimentos proporcionan proteínas y vitamina B-12 de alta calidad. Los pescados grasos, como el salmón, el arenque y las sardinas, proporcionan vitamina D, que ayuda al cuerpo a absorber y utilizar el calcio para mantener la salud de los huesos. El pescado puede ser una fuente importante de vitamina D si no consume productos lácteos fortificados con vitamina D. Retire la grasa visible de las carnes magras y la piel de las carnes blancas de pollo o pavo antes de cocinarlas.
Granos sin gluten
El gluten es una proteína que se encuentra en el trigo, la cebada y el centeno, pero muchos granos son naturalmente libres de gluten. Puede disfrutar de arroz, maíz, lino, amaranto y quinua en su dieta sin ingerir gluten. La avena no contiene gluten, pero puede estar contaminada con él. Puede comer avena si su etiqueta indica que no contiene gluten. Para el desayuno, pruebe un cereal de desayuno sin gluten con fruta y arroz o leche de almendras. Para la cena, sirva camarones salteados con arroz integral o pruebe el pan de maíz sin gluten con frijoles pintos.
Frutas y vegetales
Las frutas y verduras están naturalmente libres de gluten, huevos, soja y leche. Algunas verduras, como el bok choy, las hojas de nabo y las hojas de mostaza, aportan calcio, un mineral esencial para la formación de huesos fuertes. Estas fuentes pueden ser importantes para las personas que no consumen productos lácteos ricos en calcio como leche, queso y yogur. Elija frutas y verduras frescas u opte por las congeladas sin azúcar ni sal agregadas.
Legumbres
A excepción de la soja y los productos de soja como el tofu, la leche de soja, el tempeh y el miso, las legumbres no contienen gluten, huevos, soja ni lácteos. Las legumbres, que incluyen frijoles como el azul marino, el riñón, el negro y el garbanzo; lentejas y guisantes partidos: son buenas fuentes de fibra dietética, hierro y zinc. Para incorporar frijoles en su dieta restringida, prepare frijoles negros con arroz integral, disfrute de un tazón de sopa de guisantes o haga su propio hummus mezclando garbanzos, jugo de limón, aceite de oliva, tahini y ajo.
Grasas saludables
Los aguacates, nueces y aceites de oliva, girasol, cártamo, sésamo, canola y soja son todos ricos en grasas saludables y están permitidos en una dieta sin gluten, soja, huevos o productos lácteos. Prepare aderezos para ensaladas con aceite de oliva y vinagre balsámico, sustituya la mantequilla por aceite vegetal en productos horneados y use aceite de sésamo o canola en salteados. Sumerja verduras en guacamole, agregue aguacates en rodajas a ensaladas y sándwiches, y coma nueces. Las grasas tienen un alto contenido de calorías, por lo tanto, utilícelas con moderación para evitar un aumento de peso no deseado.