El trote acuático, o correr en el agua, se ha utilizado durante mucho tiempo como terapia para corredores lesionados o como sustituto de correr o trotar en tierra. La flotabilidad del agua al correr puede reducir la tensión en las articulaciones de las extremidades inferiores en un 90 por ciento. Al ajustar la intensidad del entrenamiento, los atletas pueden mantener la aptitud cardiovascular con un estrés mínimo en sus huesos y articulaciones. La carrera en aguas profundas generalmente se realiza con algún tipo de cinturón de flotación. Sin embargo, hacer jogging acuático sin cinturón tiene sus ventajas.
Sin cinturón
Trotar en agua sin un cinturón de flotación o chaleco es más difícil y requiere más energía que usar un cinturón, porque tienes que trabajar para mantenerte erguido. Trate de mantener la línea del agua al nivel de los hombros con la boca cómodamente por encima de la superficie. Mover las piernas hacia atrás en un ángulo más amplio que en tierra, empujar hacia abajo con el pie en la parte inferior de la zancada, realizar una rotación rápida de las piernas y respirar profundamente le ayudará a mantener la cabeza fuera del agua.
El uso de un cinturón de flotación reduce la intensidad del entrenamiento y puede cambiar el centro de flotabilidad, requiriendo un cambio en su posición de carrera. Sin un cinturón, su centro de flotabilidad está en sus pulmones, lo que requiere que use sus músculos abdominales para mantenerse erguido, por lo que también está entrenando su núcleo.
La importancia de la forma
En el trote acuático, use la misma forma que lo haría en tierra. Mantenga una postura erguida con el pecho sobre las caderas. Es posible que tenga una ligera inclinación hacia adelante pero no una inclinación. Demasiada inclinación hacia adelante es el error más común de los nuevos corredores acuáticos. Usa tus brazos como lo harías corriendo en tierra. Comience con los codos a 90 grados, con las palmas de las manos ligeramente abiertas y enfrentadas entre sí y los pulgares justo debajo de la superficie del agua. Lleva los pulgares hacia abajo al nivel de la cadera y luego vuelve a subir. El movimiento es hacia adelante y hacia atrás, no a través del cuerpo, y no “remar” con las manos o los brazos. Mueva las piernas a una cadencia rápida y constante.
Entrenamiento de muestra
Su primera sesión de aqua-jogging debe ser de 30 minutos o menos; aumente su entrenamiento en aproximadamente un 10 por ciento en cada sesión hasta que coincida con la duración de su entrenamiento en tierra seca. Para un entrenamiento de intervalos, calienta durante unos cinco minutos y luego corre fuerte durante un minuto. Probablemente empezará a moverse por la piscina; centrarse en la buena forma. Corre con calma durante un minuto. Repita esta secuencia 10 veces, seguida de un enfriamiento de cinco minutos. A medida que se sienta cómodo, aumente la duración de los intervalos en 15 segundos cada vez.
Consejos y consideraciones
Dado que pierde calor en el agua, lo que reduce la intensidad del entrenamiento, existen algunos trucos para recuperar la intensidad. Si está disponible, intente correr en una piscina más cálida. Mantenga su cabello seco o use un gorro de baño ajustado. También puede usar una camisa ajustada hecha de una tela de alto rendimiento, que minimizará la pérdida de calor.
Para llevar su entrenamiento a aguas poco profundas, use zapatos de jogging acuático para proteger sus pies de los fondos de la piscina ásperos. Deje correr el agua entre la profundidad del ombligo y el pezón. Haga ejercicio al menos tan duro como lo haría en tierra; idealmente, use el máximo esfuerzo. Al caminar en aguas poco profundas, la mayoría de las personas tienden a ir más despacio que en tierra, por lo que no obtienen la mayor acción muscular que debería proporcionar la resistencia al agua. Para contrarrestar esta tendencia, mantenga un ritmo constante.