Los arcos de sus pies, formados a través de una alineación especial de los huesos, músculos, ligamentos y tendones, ayudan a sostener y distribuir su peso. Si tiene pies planos o arcos bajos y siente dolor en los pies, dolor en las espinillas o dolor en los músculos de la pantorrilla cuando camina o hace otra forma de ejercicio, podría ser el momento de echar un segundo vistazo al tipo de zapatos que está usando. Las personas con pies planos requieren menos amortiguación en sus zapatos de entrenamiento y necesitan más apoyo en la parte media del pie.
El andar
Si caminar es su tipo de ejercicio preferido, sus pies deben adaptarse al tipo de superficie sobre la que camina. Los zapatos que use deben estar diseñados específicamente para caminar. Los zapatos para caminar son livianos y brindan absorción de impactos si camina sobre superficies duras. Elija un zapato para caminar que tenga una base de talón ancha para soporte lateral y goma rígida en el talón para soporte. Un ajuste ceñido en el talón es importante al igual que encontrar un zapato para caminar que sea cómodo en el antepié. Con arcos planos, necesita un zapato para caminar con control de movimiento que ayude a estabilizar su pie.
Running
Si le gusta correr o trotar como ejercicio, compre zapatos que estén diseñados específicamente para el movimiento hacia adelante de la carrera, dice el American Council on Exercise. Los zapatos para correr son livianos, tienen una base de talón estrecha y tienen amortiguación en el antepié. Si tiene pies planos, elija zapatillas para correr con soporte para control de movimiento. Con los pies planos, necesitará menos amortiguación que alguien con arcos altos.
Entrenamiento
Si participa en otras actividades como aeróbic o raquetbol, sus zapatos de entrenamiento deben ser diferentes a los zapatos que usa para caminar o correr. Elija zapatos de entrenamiento, formalmente llamados "zapatillas elásticas", que están diseñados para brindar protección para una variedad de entrenamientos diferentes. Los zapatos de entrenamiento brindan estabilidad a sus pies y tobillos, tienen amortiguación y permiten movimientos de lado a lado. Para otros deportes como el baloncesto, use zapatos diseñados para ese tipo de actividad especializada. Por ejemplo, los zapatos de baloncesto de caña alta protegen sus tobillos de los esguinces. Independientemente de la actividad, busque zapatos que le brinden el máximo apoyo para sus arcos planos.
Consideraciones
La Academia Estadounidense de Medicina Deportiva Podológica recomienda que se familiarice con las necesidades estructurales de sus pies y le sugiere encontrar el estilo de calzado que le sienta mejor. Es posible que el zapato que le sienta mejor a su compañero de caminata no le resulte adecuado. Trabaje con un profesional en una zapatería para que se ajuste correctamente a los zapatos. Además de sus arcos planos, su paso y rango de movimiento determinarán el estilo de calzado que mejor se adapte a sus necesidades. Una vez que encuentre un par de zapatos que le sientan bien, lleve un registro de cuántas millas o cuánto tiempo ha trabajado con ellos. Después de 300 a 500 millas de caminar o correr, el equivalente a 60 a 100 horas de estar de pie, el soporte y la amortiguación comienzan a romperse en sus zapatos. Eso significa que es hora de reemplazarlos, incluso si todavía parecen estar en buena forma.