Encontrar el tiempo y la motivación para hacer ejercicio puede ser un desafío en las mejores circunstancias. Sin embargo, si hacer elevaciones de pantorrillas lo deja frotándose las pantorrillas mientras se contraen, puede descarrilar rápidamente su rutina de ejercicios. Los calambres en las pantorrillas generalmente no son graves y se pueden tratar con algunos estiramientos y masajes suaves. Pero si los calambres continúan, debe hablar con su médico.
Causas comunes de calambres
Los calambres en las pantorrillas generalmente son causados por músculos tensos que aún no han desarrollado la fuerza para realizar elevaciones de pantorrillas. Sin embargo, si los calambres aparecen después de su entrenamiento, es posible que tenga un caso de dolor muscular de aparición tardía. Esta condición inofensiva es común al comenzar un nuevo entrenamiento y el dolor generalmente desaparece después de uno o dos días. Si el dolor es severo, podría indicar una lesión como una distensión muscular o un esguince, especialmente si los calambres aparecen de repente. En algunos casos, los calambres musculares en realidad son causados por la deshidratación, así que tome nota de cuánto está bebiendo antes, durante y después de su entrenamiento.
Estiramientos y calentamientos
Calentar antes de hacer ejercicio puede reducir el riesgo de dolor muscular. Intente caminar o andar en bicicleta a un ritmo moderado durante cinco a 10 minutos antes de llegar a las partes más extenuantes de su entrenamiento. Y después de cada entrenamiento, estire los músculos para reducir la tensión. Intente sentarse en el suelo con las piernas estiradas frente a usted y los dedos de los pies apuntando hacia el techo. Coloque una toalla debajo de la bola de un pie, luego tire suavemente del pie hacia atrás hasta que sienta un estiramiento en la pantorrilla. Mantenga durante 30 segundos, luego repita con la otra pierna. Luego, siéntese con las piernas extendidas hacia afuera y doble la rodilla izquierda. Con el talón en el suelo, agarre la parte inferior del pie de la pierna doblada y tire de él hacia su pecho. Mantenga durante 30 segundos, luego repita en el otro lado.
Frótalo
Masajear los músculos sensibles puede ayudar a relajarlos y calmar el tejido muscular inflamado. Comience frotando suavemente toda la pantorrilla, luego comience a sentir los nudos musculares. Si encuentra uno, presione firmemente sobre el nudo mientras se concentra en tensar y luego aflojar los músculos que rodean el nudo. El masaje debe ser incómodo, pero no extremadamente doloroso. Continúe presionando el nudo durante dos o tres minutos y repita dos o tres veces al día hasta que mejoren los calambres.
El lado más aterrador de los calambres
Los calambres en las pantorrillas pueden ser una señal de advertencia de una afección más grave: un coágulo de sangre. Si los calambres solo ocurren durante un entrenamiento, probablemente esté libre de problemas. Pero si nota calambres en otros momentos, podría indicar un coágulo de sangre peligroso que puede ser fatal si se desprende. Otros síntomas de un coágulo de sangre incluyen calor, dolor profundo en la pantorrilla y palpitaciones. Si de repente desarrolla un calambre en un lugar específico dentro de la pantorrilla, es hora de llamar a su médico.