El aspecto más fundamental para convertirse en un buen escolta en el baloncesto es la capacidad de anotar puntos, especialmente desde el perímetro. El escolta suele ser el tirador puro más eficiente del equipo. La capacidad de anotar en tiros en salto de largo y medio alcance despeja la pintura para oportunidades adicionales de anotación porque obliga a la defensa a jugar de manera más agresiva en el perímetro. Además, los escoltas de tiro también deben jugar una defensa fuerte y mantener habilidades atléticas para manejar el balón. Los mejores escoltas maximizan la oportunidad de un equipo de anotar mostrando una habilidad explosiva en casi todas las facetas del juego.
Cómo convertirse en un buen tirador
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Practica un par de principios clave, como dominar el tiro en suspensión de rango medio y aprender a leer la defensa para crear miradas abiertas. Los escoltas que pueden disparar con precisión desde un rango de 12 a 15 pies son difíciles de defender. Esto se debe a que los tiros en salto desde la distancia media fuerzan a los defensores hasta el cierre, lo que potencialmente crea oportunidades para que los hombres grandes anoten cubos fáciles debajo del aro.
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Aprenda a anotar sin regatear, ya que esto fuerza una mayor presión sobre la defensa. A los defensores se les enseña a no ceder puntos en la pintura porque los tiros de corto alcance se consideran oportunidades de anotación de alto porcentaje. La mayoría de las defensas renunciarán al tiro en suspensión de media distancia porque es un porcentaje más bajo de posibilidades de anotar, a menos que un escolta esté apagado desde esa distancia. La simplificación de los intentos de tiro les dará a los escoltas más oportunidades de anotar. Esto se puede lograr aprendiendo a anotar sin regatear. Un tirador puro fuerte puede atrapar y disparar en menos de un segundo. Esto reduce la posibilidad de que un defensor reaccione a tiempo.
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Aprenda a jugar una dura defensa perimetral. Cuando un escolta no está anotando, debe desviar las oportunidades potenciales de anotar frente a la oposición en defensa. La agilidad y la rapidez son las claves para convertirse en un jugador defensivo fuerte, lo que se puede lograr en ejercicios de práctica en equipo y ejercicios de fuerza y acondicionamiento. Una combinación de entrenamientos de la parte superior e inferior del cuerpo puede ayudar a los jugadores a aumentar su explosividad, lo que en consecuencia aumenta el rendimiento tanto en ataque como en defensa.
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Practica la técnica de manejo de la pelota para convertirte en una mejor amenaza anotadora. Además, aprenda a anticipar el próximo movimiento de un defensor para convertirse en un pasador fuerte. Mover el balón en la ofensiva de media cancha desgasta a la defensa y, a menudo, genera un intento de tiro abierto. Una fuerte anticipación de cómo un defensor va a reaccionar al movimiento de la pelota, ya sea un pase o una penetración con un regate, permite al guardia tomar la mejor decisión posible en la ofensiva. Los mejores escoltas muestran una gran aptitud para la conciencia, especialmente cuando salen de las pantallas. El pick and roll es prácticamente imparable cuando un escolta puede salir de una pantalla para realizar un tiro en suspensión de medio alcance o entregar un pase rápido a un hombre grande en la pintura para una bandeja fácil.