Si te encuentras luchando contra la fatiga de media tarde, teniendo dificultades para mantener los ojos abiertos y tratando de mantener tu concentración mental, es hora de volver a examinar tu rutina de almuerzo y tus elecciones de alimentos. Si bien una serie de factores, como el sueño insuficiente y los problemas de salud, podrían afectar su nivel de energía, la dieta juega un papel clave para mantener los niveles de azúcar en sangre estables y proporcionar energía duradera durante todo el día. Al hacer algunos cambios en sus hábitos alimenticios y de estilo de vida, puede ayudar a prevenir el cansancio después del almuerzo.
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Come un almuerzo más pequeño. Tu cuerpo gasta una gran cantidad de energía en digerir los alimentos. De hecho, la tasa normal de uso de energía por parte de su cuerpo aumenta entre un 25 y un 50 por ciento después de una comida, lo que genera una sensación de cansancio. Tome un buen desayuno para evitar la tentación de comer en exceso durante el almuerzo, lo que podría abrumar su sistema digestivo.
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Come el tipo adecuado de almuerzo. Una comida equilibrada ayuda a mantener los niveles de glucosa en sangre en un rango normal, lo que ayuda a mantener la energía alta, evitando así la lentitud asociada con la hipoglucemia. Incluya proteínas, carbohidratos y una pequeña cantidad de grasa en el almuerzo. El pescado a la parrilla con arroz integral y una pequeña ensalada verde, por ejemplo, le proporciona a su cuerpo una energía duradera que lo ayuda a mantener su cuerpo lleno de energía durante toda la tarde.
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Evite consumir carbohidratos en el almuerzo. Según la Universidad de Illinois, las comidas abundantes con alto contenido de carbohidratos tienden a elevar la concentración sanguínea de triptófano, que tiene propiedades tranquilizantes que pueden provocar sensación de cansancio. Muchos carbohidratos procesados y refinados, como las rosquillas, también están cargados de azúcar, lo que puede hacer que sus niveles de glucosa en sangre aumenten rápidamente y luego disminuyan, dejándolo fatigado.
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Beba uno o dos vasos de agua después del almuerzo para hidratar su cuerpo. La fatiga puede ser un síntoma de deshidratación, que muchas personas no reconocen. Mantenga una botella de agua en su escritorio y bébala no solo después del almuerzo, sino también durante el día.
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Dé un paseo después del almuerzo. El ejercicio ayuda a prevenir la fatiga al proporcionar a las células más energía como combustible, hacer circular el oxígeno por todo el cuerpo y reducir las hormonas del estrés, que también podrían contribuir a la sensación de fatiga. Según la Escuela de Medicina de Harvard, incluso una caminata rápida es útil.