Cómo mantener el rumbo con la dieta y el ejercicio

Un nuevo programa de dieta y ejercicio puede ser fácil de iniciar, gracias a su entusiasmo por hacer cambios positivos. Sin embargo, con el tiempo, y especialmente cuando se enfrenta al estrés o la adversidad, su entusiasmo puede flaquear y volver a caer en sus antiguos hábitos poco saludables. Mantener el rumbo con la dieta y el ejercicio no tiene por qué parecer una tarea ardua. En cambio, puede ser un testimonio de su voluntad de aprender nuevos hábitos, sentirse más saludable y ver los frutos de su arduo trabajo.

1

Rodéate de personas de ideas afines para la motivación mutua. Comunicarse con sus apoyos sociales, que incluyen amigos y familiares, les brinda alivio del estrés y puede impartir un sentido de camaradería si ellos también están trabajando para mejorar su salud. Esto es especialmente importante en momentos en los que se siente derrotado o dispuesto a renunciar a sus objetivos. Los apoyos sociales, explica MayoClinic.com, también son fuentes de consejos, información y orientación para superar los puntos conflictivos.

2

Identifique y anote sus metas de ejercicio y dieta a corto y largo plazo. Establezca metas mensurables, como "Voy a hacer ejercicio durante 10 minutos, tres días esta semana". Evite establecer metas poco realistas; por ejemplo, comprometerse a evitar el postre durante el próximo año probablemente lo esté preparando para la frustración y la decepción. Compare ideas para objetivos viables con sus apoyos sociales y discuta formas de mantenerse encaminados.

3

Recompénsese periódicamente. Las recompensas actúan como una forma de refuerzo positivo, que es la motivación para continuar con un comportamiento deseado. En este caso, el comportamiento deseado puede ser mantenerse dentro de sus objetivos de calorías durante una semana, hacer ejercicio durante 30 minutos tres días a la semana o comer fruta de postre durante una semana. El Programa de Cirugía Bariátrica y Metabólica de UCLA dice que las recompensas pueden incluir alimentos algo indulgentes siempre que mantenga su motivación. Cualquiera que sea la recompensa que elija, asegúrese de que lo motiven y, si es posible, incluya apoyos sociales en sus celebraciones periódicas hacia sus metas más importantes.

4

Cambie sus elecciones de alimentos y entrenamientos con regularidad. El cambio es una gran fuente de motivación, ya que disipa la monotonía de comer los mismos alimentos y realizar los mismos ejercicios durante un período prolongado. Además, UCLA explica que consumir los mismos alimentos durante un largo período de tiempo puede hacer que su cuerpo se acostumbre a ellos, lo que hace que necesite más para sentirse lleno. Cambiar el tipo, la intensidad y la velocidad de sus entrenamientos también evita que su cuerpo se vuelva tan experto en el ejercicio que la efectividad se vea disminuida.

5

Sea proactivo en la preparación de sus próximas comidas. Llegar a casa después de un largo día de trabajo y no tener que elegir nada saludable en la casa puede llevar a una llamada para pedir una entrega de pizza. En lugar de exponerse a malas decisiones, tenga a mano alimentos saludables preparados en su congelador. Lleve consigo alimentos saludables, como frutas frescas o barras de granola, para que no sea tan probable que sucumbas a la máquina expendedora del trabajo. Mantenga agua fría en su refrigerador y en el trabajo, y use saborizantes sin azúcar como reemplazo de los refrescos altamente endulzados.