Las copas verdes y tupidas marcan el lugar donde los tubérculos de naranja, ricos en nutrientes, se encuentran escondidos bajo tierra. Según el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, una porción de media taza de zanahorias crudas contiene un enorme 210 por ciento de la cantidad diaria requerida de vitamina A, un nutriente importante para la vista, la función inmunológica, los procesos reproductivos y la comunicación celular. Las zanahorias también son una buena fuente de fibra dietética, que es importante para la salud intestinal. Aunque las zanahorias crujientes son muy satisfactorias si se comen crudas, también se pueden mezclar en una bebida refrescante.
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Enjuague las zanahorias con agua corriente tibia. Use un cepillo para vegetales para quitar la suciedad. Coloca las zanahorias en una tabla de cortar y quítales la parte superior.
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Corta las zanahorias en rodajas para que quepan en un exprimidor de verduras y jugo de acuerdo con las instrucciones del fabricante. Agregue otros ingredientes nutritivos para hacer una bebida dulce o salada. Por ejemplo, los jugos de naranjas y limones con zanahorias se mezclan en una bebida ligera y dulce rica en vitamina C, un nutriente esencial para la reparación de los tejidos. O haga su propio jugo de vegetales salados con remolacha, tomates, apio, perejil y espinacas.
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Mezcle jugo de zanahoria natural con fruta y yogur para hacer un batido dulce y cremoso. El mango, las fresas y los arándanos son excelentes fuentes de vitamina C y fibra. Los plátanos le darán potasio, un mineral que equilibra los efectos del sodio en la presión arterial. Use yogur estilo griego bajo en grasa para incluir una cantidad sustancial de proteína en su bebida.