Cómo minimizar los efectos de la acumulación de ácido láctico después de un entrenamiento de piernas

La causa más común de acumulación de ácido láctico después de un entrenamiento de piernas es la intensidad del ejercicio. El cuerpo está diseñado para correr aeróbicamente durante el ejercicio, utilizando oxígeno para alimentar sus músculos mientras corre, monta en bicicleta, practica deportes, levanta pesas o camina. Cuando aumenta la intensidad de su ejercicio hasta el punto de que su cuerpo no puede proporcionar suficiente oxígeno a sus músculos para que se desempeñen, su cuerpo comenzará a usar glucosa como combustible. El subproducto de este ejercicio anaeróbico es el ácido láctico, que es el responsable de provocar la sensación de ardor en tus músculos cuando te ejercitas intensamente.

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Descanse su cuerpo después de un entrenamiento. Según Scientific American, la mejor manera de minimizar los efectos de la acumulación de ácido láctico después de un entrenamiento de piernas es dejar que su cuerpo haga el trabajo de forma natural. Inmediatamente después de la transición del ejercicio anaeróbico, su cuerpo comenzará a hacer el trabajo necesario para eliminar el ácido láctico de sus músculos. Cuando reduce la intensidad de su ejercicio o deja de hacer ejercicio por completo, su cuerpo deja de usar glucosa como combustible, lo que a su vez evita que el cuerpo produzca ácido láctico como subproducto. A medida que reduce la intensidad del ejercicio, notará físicamente la reducción de la producción de ácido láctico por la disminución de la sensación de ardor en los músculos.

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Haga ejercicio con intención. La acumulación de ácido láctico se forma cuando los músculos se ejercitan intensamente más allá de su capacidad aeróbica. Una buena forma de minimizar los efectos de la acumulación de ácido láctico es evitar trabajar los músculos más allá de su umbral. Cuando aumenta gradualmente sus ganancias de cardio o entrenamiento de fuerza, su cuerpo tiene una mejor oportunidad de adaptarse a las nuevas demandas que se le imponen. Por ejemplo, cuando comienzas un programa de carrera de 5 km, entrenarás gradualmente y con intención, aumentando tu kilometraje a medida que los músculos, el corazón y los pulmones aumentan la resistencia. De manera similar, con el entrenamiento de fuerza, aumente la cantidad de peso, repeticiones o series gradualmente en incrementos más pequeños para evitar estresar sus músculos.

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Haga que su corazón y pulmones bombeen con regularidad con ejercicio cardiovascular. El ejercicio cardiovascular, como nadar, correr o andar en bicicleta, puede entrenar su corazón y pulmones para usar el oxígeno de manera más eficiente durante el ejercicio. Cuando su cuerpo es eficiente en el uso de oxígeno durante la actividad aeróbica, es menos probable que experimente la sensación de ardor en las piernas que proviene de la acumulación de ácido láctico. Trate de realizar al menos 20 a 30 minutos de actividad aeróbica moderada a vigorosa de cinco a seis días a la semana.