Si desea quemar grasa, no debe rehuir el entrenamiento cardiovascular. El cardio quema calorías y, para perder grasa, es necesario crear un déficit de calorías, lo que significa que consume menos calorías de las que quema. Si la pérdida de grasa en su rutina de ejercicios actual se está desacelerando, puede ser el momento de dar un paso atrás, reevaluar y hacer cambios en su entrenamiento cardiovascular.
Poder a través de mesetas
Tu cuerpo es una máquina eficiente. Cuando su cuerpo se acostumbre a la actividad física, puede llegar a la meseta, o un punto en el que ya no pueda perder grasa o kilos completando una actividad cardiovascular específica. Esto se debe a que cuando comienza un programa de cardio, sus músculos responden a nuevas señales de estrés para adaptarse al trabajo que está realizando en una actividad. Con el tiempo, sus músculos se fortalecen y no necesitan gastar tanta energía para completar una actividad aeróbica, lo que significa que no quema tantas calorías durante su entrenamiento. Para continuar logrando un déficit de calorías y maximizar la quema de grasa, debe modificar regularmente la duración, la intensidad y la frecuencia de sus entrenamientos cardiovasculares.
Ejercicio de alta intensidad
El entrenamiento en intervalos de alta intensidad quema más calorías en un período de tiempo más corto que el ejercicio de menor intensidad. Por lo tanto, cuando se esfuerza más, la cantidad total de calorías quemadas es mayor. Durante su próxima sesión de cardio, acelere el ritmo en intervalos de 30 segundos a un minuto, luego recupérese durante la misma cantidad de tiempo o más antes de comenzar su siguiente intervalo. A medida que su cuerpo comience a adaptarse a esta forma de ejercicio, aumente la duración de sus intervalos de mayor intensidad o aumente el tiempo total de entrenamiento compitiendo más intervalos en una sesión. Intente trabajar hasta unos 10 intervalos de velocidad.
Ejercicio de baja intensidad
Durante la actividad aeróbica de intensidad baja a moderada, su cuerpo depende de las grasas y los carbohidratos para obtener energía. El ejercicio de baja intensidad depende más de la grasa para obtener energía, pero quema calorías a un ritmo más lento, por lo que se necesita más tiempo para lograr un déficit de calorías. Los entrenamientos que duran de una hora y media a dos horas agotan sus reservas de carbohidratos y obligan a su cuerpo a aprender a depender de la grasa de manera más eficiente. Si prefiere el ejercicio de intensidad baja a moderada, maximice la quema de grasa haciendo una carrera larga o un paseo en bicicleta.
Cuánto es demasiado
La moderación es clave para un plan de acondicionamiento aeróbico exitoso. Si sus músculos están sobrecargados, físicamente no podrá alcanzar su potencial de quema de grasa y rendimiento. Después de una sesión de cardio de alta intensidad, dé a sus músculos uno o dos días para recuperarse con ejercicio de menor intensidad antes de su próxima sesión desafiante. Pilates, yoga o un paseo en bicicleta de baja intensidad o trotar son formas excelentes de recuperarse activamente. Cuando sus músculos están bien descansados, puede hacer ejercicio durante un período de tiempo más largo, lo que significa que quema más calorías y, potencialmente, grasa. Los deportistas principiantes pueden necesitar más tiempo de recuperación para adaptarse a un programa de ejercicios que los deportistas avanzados. Sea inteligente y sensato con el entrenamiento cardiovascular. Si tiene un dolor debilitante, tómese un tiempo libre del ejercicio hasta que se sienta 100 por ciento saludable.