Ejercicios de fatiga muscular y espasmos

Debido a que generalmente son leves, las contracciones musculares a menudo pasan desapercibidas. Las contracciones musculares menores en un grupo de músculos o en un músculo aislado a menudo ocurren después de un ejercicio intenso. Si bien generalmente son leves y duran solo unos minutos, pueden ser un signo de un grupo de músculos con exceso de trabajo o de agotamiento de nutrientes. Si es propenso a tener espasmos musculares después del ejercicio, cambiar su rutina de ejercicios a menudo resuelve este síntoma.

Fatiga muscular

La fatiga muscular es la incapacidad de seguir haciendo ejercicio con la misma intensidad. La aparición de la fatiga varía mucho, dependiendo de su nivel de condición física, la intensidad del ejercicio y la duración. La fatiga muscular ocurre con mayor frecuencia en tres escenarios: ejercicio intenso a corto plazo, ejercicio de sprint repetido y ejercicio prolongado. En todos estos escenarios, su cuerpo utiliza sus reservas de energía en forma de trifosfato de adenosina. Cuando su cuerpo se vuelve deficiente en ATP, los músculos se fatigan, lo que le impide ejercitarse con la misma intensidad o tal vez incluso continuar haciendo ejercicio por completo.

Desequilibrio electrolítico

Los electrolitos como el sodio, potasio, calcio y magnesio regulan las señales eléctricas de la contracción muscular y deben mantenerse dentro de rangos estrechos para que los músculos funcionen correctamente. Sin embargo, el ejercicio extenuante provoca la pérdida de electrolitos a través del sudor, provocando un desequilibrio de estos nutrientes esenciales. Estos desequilibrios provocan espasmos musculares inconscientes hasta que se reponen, como con una bebida deportiva rica en electrolitos.

Recuperación y espasmos

Para que los músculos se contraigan, deben recibir señales neuronales del cerebro. Las sustancias químicas que actúan como señales neuronales están presentes en altas concentraciones durante el ejercicio intenso. Una vez que los músculos se fatigan, el cuerpo recicla estas sustancias químicas para usarlas nuevamente. Sin embargo, este proceso lleva tiempo y hasta que lo están, las células musculares se contraen espontáneamente con contracciones menores. El aumento gradual de la carga de trabajo, el calentamiento y el estiramiento ayudan a reducir las contracciones musculares posteriores al ejercicio. Aumentar demasiado la intensidad de su entrenamiento demasiado pronto a menudo causa espasmos, pero al evitar presionar los músculos para completar la fatiga y calentar adecuadamente, es posible que pueda prevenir este síntoma.

Prevención de espasmos musculares

Tener cuidado de hidratarse antes y durante un entrenamiento, así como calentar antes del ejercicio, ayuda a evitar espasmos musculares. No continúe haciendo ejercicio después de que sus músculos estén fatigados o adoloridos. Por lo general, las contracciones musculares se resuelven una hora después de dejar de hacer ejercicio, pero si nota que las contracciones musculares son graves o duran horas, este síntoma puede ser un signo de una afección más grave. Ciertos medicamentos, trastornos neurológicos y musculares provocan espasmos musculares sostenidos. Si nota que sus síntomas duran, consulte a su médico para determinar la causa raíz.