Endurecimiento de las arterias de los riñones

La arteriosclerosis, o endurecimiento de las arterias, es una enfermedad compleja cuya causa no se comprende completamente. El proceso que conduce a la arteriosclerosis implica la inflamación de las arterias, el engrosamiento de los músculos dentro de sus paredes, la acumulación de depósitos de placa grasa a lo largo de sus superficies internas y el endurecimiento de las placas por el calcio y tejido cicatricial. La arteriosclerosis progresiva reduce la capacidad de las arterias para llevar sangre a las estructuras que irrigan: ojos, cerebro, corazón, intestino y riñones. La arteriosclerosis en los riñones puede desencadenar una serie de eventos indeseables.

Anatomía delicada

Tus riñones son órganos complicados. Cada riñón contiene alrededor de 1 millón de pequeñas unidades de filtración llamadas nefronas. Cada nefrona es responsable de filtrar la sangre de una sola arteria en bucle. A medida que la sangre viaja a través de la nefrona, se limpia de desechos, que se eliminan en la orina. Luego, la nefrona recupera moléculas útiles y las devuelve al torrente sanguíneo. Cuando la arteriosclerosis disminuye el flujo de sangre a los riñones, las nefronas pueden dañarse y dejar cicatrices irreversibles.

Causas y asociaciones

Según los investigadores de la Universidad Médica de Innsbruck en Innsbruck, Austria, la arteriosclerosis puede iniciarse por una respuesta inmune a las lesiones en las paredes arteriales. Estas lesiones pueden deberse a traumatismos mecánicos, productos químicos, radiación, agentes infecciosos, enfermedades autoinmunes u otros factores. Una revisión de mayo de 2010 en "American Journal of Physiology" cita la presión arterial alta, la diabetes, el consumo excesivo de calorías y el envejecimiento como fuentes comunes de lesión arterial. Una vez que sus arterias están dañadas, puede seguir un ciclo progresivo de inflamación y empeoramiento de la arteriosclerosis.

Daño progresivo

Debido a que los riñones funcionales son tan vitales para su supervivencia, es importante proteger su suministro de sangre. Cuando la arteriosclerosis les roba el flujo sanguíneo, las nefronas dentro de los riñones liberan una hormona que impulsa la presión arterial hacia arriba. Este mecanismo compensatorio, el sistema renina-angiotensina-aldosterona, mejora el flujo sanguíneo a los riñones, pero solo temporalmente. La presión arterial en constante aumento daña las arterias que irrigan todos los órganos, incluidos los riñones. Esta lesión adicional empeora la arteriosclerosis. A medida que empeora la arteriosclerosis, el sistema renina-angiotensina-aldosterona se vuelve aún más activo, lo que lleva a un círculo vicioso que puede conducir a hipertensión grave e insuficiencia renal.

Interrumpir el ciclo

Una vez establecida, la arteriosclerosis puede no ser reversible. Por lo tanto, es importante minimizar el impacto de las condiciones subyacentes que contribuyen a la arteriosclerosis. Una dieta equilibrada, ejercicio regular, dejar de fumar y trabajar para lograr un peso saludable reducirán el riesgo de arteriosclerosis y retrasarán su progresión. Dependiendo de sus necesidades, su médico puede recetarle medicamentos para tratar la diabetes, la presión arterial alta o los niveles elevados de colesterol, todos los cuales contribuyen a la arteriosclerosis. Juntos, los cambios en el estilo de vida y la terapia médica pueden retrasar la arteriosclerosis y ayudar a preservar sus riñones.