Durante el ejercicio de cualquier tipo, su cuerpo necesita combustible para producir la energía necesaria para seguir adelante. En el entrenamiento de velocidad, esta energía viene en forma de reservas de oxígeno y glucógeno en los músculos. Utiliza tanto el sistema aeróbico como el anaeróbico en el entrenamiento de velocidad, pero encontrar el equilibrio correcto entre los dos mejorará la eficiencia de su cuerpo durante el ejercicio intenso.
Capacidad Aeróbica
La principal fuente de combustible para su cuerpo durante cualquier ejercicio es el oxígeno. La absorción de oxígeno, que también se conoce como absorción de VO2, aumenta proporcionalmente a la intensidad de su entrenamiento. Cuanto más rápido se mueva, más oxígeno necesitan sus músculos para mantenerlos en funcionamiento. Cuando corres lo suficientemente rápido, la demanda de oxígeno de tus músculos excederá tu capacidad para suministrarlo. Una vez que haya superado su capacidad aeróbica, comenzará a crear un déficit de oxígeno.
Umbral anaeróbico
En la mayoría de las formas de entrenamiento de velocidad, incluidas las carreras de velocidad en la pista o en bicicleta, producirás energía anaeróbicamente, es decir, sin oxígeno. Su frecuencia cardíaca aumenta rápidamente durante el entrenamiento de velocidad y excede su capacidad aeróbica, lo que obliga a su cuerpo a convertir el glucógeno en energía instantánea. Debido a la intensidad de la práctica, la mayoría de las personas solo pueden mantener el ejercicio anaeróbico hasta por tres minutos a la vez. Para el entrenamiento de velocidad, aumentar su resistencia anaeróbica es fundamental para mejorar su potencia explosiva.
Resistencia de velocidad
Mediante un entrenamiento de velocidad constante, puede aumentar su umbral de lactato. Aumentar su umbral de lactato le permitirá extender la duración de sus ráfagas de velocidad. Si bien el entrenamiento aeróbico le permitirá aumentar su resistencia cardiovascular, no hará mucho por su velocidad. Para aumentar la resistencia a la velocidad, debe acostumbrarse a procesar y tolerar las acumulaciones de ácido láctico a través del entrenamiento por intervalos.
Entrenamiento de intervalo
Según un estudio de 2007 realizado por la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología, el entrenamiento en intervalos de alta intensidad en realidad mejora el VO2 máx. Más que el entrenamiento cardiovascular moderado en estado estable. Con esto en mente, y considerando que el cardio en estado estable hará poco para mejorar la velocidad, el entrenamiento a intervalos es el camino a seguir para mejorar tus sprints. Al alternar entre períodos de alta y baja intensidad, obtiene los beneficios del entrenamiento anaeróbico y permite que su cuerpo se recupere aeróbicamente entre series.