Su cuerpo necesita hierro para producir ADN, glóbulos rojos y trifosfato de adenosina, o ATP, la principal fuente de energía utilizada por sus células. Si no obtiene suficiente hierro con regularidad, es más probable que desarrolle anemia, que puede causar debilidad, fatiga extrema y palpitaciones cardíacas. Según la Junta de Alimentos y Nutrición del Instituto de Medicina, los hombres y mujeres mayores de 65 años necesitan solo unos 8 miligramos de hierro por día. Si bien algunos adultos mayores pueden tener problemas para obtener lo suficiente solo con la dieta, la mayoría consume mucho más de lo necesario. No comience a tomar suplementos de hierro hasta que haya hablado con su médico.
Recomendación
Un estudio publicado en "The American Journal of Clinical Nutrition" en 2001 informó que los estadounidenses mayores de 65 años son mucho más propensos a tener niveles elevados de hierro en sus cuerpos que las reservas bajas de hierro. Debido a esto, el Instituto Linus Pauling recomienda que las personas mayores no deben tomar suplementos de hierro a menos que se les haya diagnosticado una deficiencia de hierro. Las personas mayores con niveles anormalmente altos de hierro en la sangre pueden tener un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, enfermedades cardíacas, cáncer y trastornos neurodegenerativos, como la enfermedad de Parkinson o la enfermedad de Alzheimer.
Posibles efectos secundarios
Las personas mayores que son vegetarianos estrictos o veganos, que se han sometido a una cirugía de bypass gástrico o que padecen afecciones como la enfermedad celíaca que interfieren con la absorción de nutrientes, pueden necesitar tomar suplementos de hierro para evitar la deficiencia. El hierro suplementario puede causar acidez, diarrea, náuseas o estreñimiento. Si toma demasiado, puede dañar su hígado y causar decoloración de la piel. En casos extremos, una sobredosis de hierro puede causar dolor abdominal intenso, vómitos, fiebre, descenso de la presión arterial, daño al sistema nervioso, dificultad para respirar y coma. Nunca tome más de la dosis recomendada de suplementos de hierro.
Interacciones medicamentosas
Los suplementos de hierro pueden interferir con el correcto funcionamiento de los siguientes medicamentos, entre otros: medicamentos antiinflamatorios no esteroideos, como el ibuprofeno; alopurinol; antiácidos; levotiroxina; medicamentos para la hipertensión, como enalapril; bisfosfonatos usados para tratar la osteoporosis; y antibióticos, como doxiciclina y tetraciclina. Algunos de estos medicamentos pueden aumentar significativamente la absorción de hierro de su cuerpo, mientras que otros lo disminuyen. Informe a su médico sobre todos los medicamentos y suplementos dietéticos que está tomando antes de usar suplementos de hierro. Y para evitar interacciones, asegúrese de tomar suplementos de hierro dos horas antes o dos horas después de tomar los medicamentos.
Fuentes de comida
Es mejor para las personas mayores que tienen riesgo de niveles bajos de hierro que primero intenten aumentar su ingesta de hierro con alimentos antes de tomar suplementos de hierro. El hierro se encuentra en alimentos de origen vegetal y animal. Las buenas fuentes incluyen carne, mariscos, aves, frijoles y legumbres, nueces y cereales para el desayuno fortificados. Las fuentes de origen vegetal contienen hierro no hemo, que no se absorbe tan fácilmente como el hierro hemo que se encuentra en los productos animales. Para aumentar la absorción de hierro no hemo, coma fuentes vegetales ricas en hierro con un alimento rico en vitamina C, como una sopa de frijoles que contenga tomates cortados en cubitos o salsa de tomate. El consumo de una fuente de hierro no hemo con carne, como la carne de res, también aumentará la ingesta general de hierro.