La enfermedad pulmonar obstructiva crónica es un trastorno pulmonar progresivo caracterizado por inflamación de las vías respiratorias, dificultad para respirar, sobreinsuflación de los pulmones y alteración del intercambio de oxígeno y dióxido de carbono. Entre los síntomas se encuentran tos, aumento de la producción de flemas, dificultad para respirar, dificultad para hacer ejercicio y trastornos del sueño. Se utilizan comúnmente varias clases de medicamentos para tratar la EPOC. Algunos de estos medicamentos se usan a diario, mientras que otros solo pueden ser necesarios durante los brotes periódicos.
broncodilatadores
Los medicamentos que ensanchan las vías respiratorias se llaman broncodilatadores. Los agonistas beta y los anticolinérgicos son dos tipos de broncodilatadores. Estos medicamentos actúan uniéndose a los receptores de los músculos que rodean las vías respiratorias, relajándolos y aumentando el flujo de aire. Según los autores de un estudio publicado en la edición de septiembre de 2006 de "Chest", los broncodilatadores mejoran la función pulmonar, aumentan la tolerancia al ejercicio, reducen la sobreinsuflación pulmonar y mejoran la calidad de vida de las personas con EPOC.
La mayoría de los broncodilatadores, como albuterol (Proventil, Ventolin), salmeterol (Serevent), ipratropio (Atrovent) o tiotropio (Spiriva), se administran con inhaladores de mano o mediante nebulizadores, que son máquinas que mezclan medicamentos con vapor de agua para formar un aerosol. Muchos de estos medicamentos también se pueden tomar en forma de píldora o por vía intravenosa.
Methylxanthines
Las metilxantinas, incluida la teofilina (Elixophyllin, Theolair) y la aminofilina (Truphylline), son medicamentos similares a la cafeína que se han utilizado durante décadas para tratar la EPOC. Una revisión de 2013 de la Iniciativa Global para la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica informa varios mecanismos posibles por los cuales estos medicamentos pueden funcionar, incluida una broncodilatación leve, una inflamación reducida y un fortalecimiento potencial de los músculos respiratorios. Las metilxantinas se pueden tomar en forma de píldora o por vía intravenosa.
Debido a su menor potencia y mayor potencial de efectos secundarios graves, como convulsiones y ritmos cardíacos anormales, las metixantinas rara vez se usan como terapia primaria para la EPOC si hay beta agonistas o anticolinérgicos disponibles y asequibles. Sin embargo, estos medicamentos se pueden recetar en combinación con otros medicamentos para personas con EPOC grave.
Los corticosteroides
La inflamación juega un papel importante en el desarrollo y progresión de la EPOC y perpetúa muchos de sus síntomas. Los corticosteroides mejoran el flujo de aire y reducen los síntomas al reducir la inflamación en las vías respiratorias y el tejido pulmonar. Los corticosteroides también ayudan a disminuir la frecuencia de los brotes de EPOC.
Algunos corticosteroides, como prednisona (Sterapred) y metilprednisolona (Medrol), se toman por vía oral. La metilprednisolona también se puede administrar por vía intravenosa o inyectarse en un músculo. Otros corticosteroides, incluidos mometasona (Asmanex), fluticasona (Flovent), beclometasona (Qvar) y budesonida (Pulmicort), se administran con inhaladores o nebulizadores de mano.
Inhibidores de la fosfodiesterasa-4
El roflumilast (Daliresp) pertenece a una clase de medicamentos antiinflamatorios llamados inhibidores de la fosfdiesterasa-4. Por lo general, se prescribe para reducir la frecuencia de los brotes de EPOC. Roflumilast es una pastilla que se toma una vez al día y que se usa típicamente con un broncodilatador de acción prolongada. También se puede recetar junto con corticosteroides porque estos medicamentos reducen la inflamación de las vías respiratorias a través de diferentes mecanismos. Un efecto secundario común del roflumilast es la pérdida de peso, que a menudo ya es un problema para las personas con EPOC. Su médico controlará su peso si está tomando roflumilast.
Otros Agentes
Su médico puede recetarle otros medicamentos y terapias para tratar la EPOC. Durante los brotes, y para algunas personas con enfermedad estable pero avanzada, es posible que se necesite oxígeno suplementario. Si desarrolla una infección bacteriana que empeora sus síntomas, su médico puede recetarle antibióticos. Su médico también puede recomendar vacunas para prevenir infecciones pulmonares.
Debido a que la EPOC es una enfermedad progresiva marcada por brotes periódicos, su plan de tratamiento puede cambiar con frecuencia y es posible que deba usar varios medicamentos para controlar sus síntomas. Incluso si su EPOC es estable, debe revisar periódicamente su plan de tratamiento con su médico.