Fisioterapia para la inestabilidad crónica del hombro

La articulación del hombro es la articulación más móvil del cuerpo. Es una articulación de rótula, formada por el húmero (hueso del brazo superior) y la fosa glenoidea (parte del omóplato). La articulación está sostenida por ligamentos que conectan hueso con hueso, así como por una cápsula articular, tejido conectivo que rodea toda la articulación. La inestabilidad es causada por daños a estas estructuras.

Resumen

Según Sports Health, el hombro es la articulación menos estable del cuerpo. La cavidad de la articulación del hombro está rodeada por el labrum: tejido conectivo que forma un anillo alrededor del borde, lo que hace que la cavidad sea más profunda y contribuye a la estabilidad. Los ligamentos están anclados al labrum y se adhieren al húmero. Estas estructuras evitan que el hombro se mueva más allá del final de su rango de movimiento normal. La dislocación del hombro ocurre cuando los ligamentos y la cápsula articular se estiran más allá de su capacidad, lo que permite que el húmero se salga de la cavidad. La inestabilidad crónica se caracteriza por luxaciones repetidas, debido al estiramiento permanente de las estructuras que estabilizan el hombro.

Diagnóstico

Los fisioterapeutas desempeñan un papel en el diagnóstico de la inestabilidad crónica del hombro. Los pacientes a menudo buscan tratamiento con una queja genérica de dolor en el hombro, que podría ser causado por una serie de afecciones. Varios hallazgos clínicos son indicativos de inestabilidad del hombro. La luxación del hombro ocurre típicamente en una dirección anterior, con el húmero moviéndose hacia afuera del frente de la cavidad. Según "Current Reviews of Musculoskeletal Medicine", la dislocación anterior representa el 90 por ciento de la inestabilidad del hombro. Los pacientes a menudo se quejan de dolor en la parte delantera del hombro cuando se examinan los tejidos blandos. Los fisioterapeutas realizan varias pruebas clínicas para evaluar el movimiento excesivo en la articulación del hombro. La prueba de aprensión, el signo del surco y las pruebas de carga y desplazamiento se realizan para comprobar si hay un movimiento excesivo del húmero en la cavidad. La radiografía se utiliza para confirmar el diagnóstico. Las dislocaciones recurrentes y la inestabilidad crónica a menudo causan una pequeña fractura en la parte posterior de la cabeza humeral, llamada "lesión de Hill-Sachs".

Tratamiento

La inestabilidad crónica del hombro se trata con fisioterapia. La luxación reciente se trata con aproximadamente una semana de reposo, utilizando un cabestrillo. Las modalidades de fisioterapia se utilizan para tratar el dolor en las primeras semanas después de la dislocación. Se aplica calor húmedo para aumentar el flujo sanguíneo a los tejidos blandos superficiales y relajar los músculos tensos. El tratamiento con ultrasonido utiliza ondas sonoras para crear vibraciones en los tejidos más profundos, aumentando el flujo sanguíneo en la articulación del hombro. Se puede aplicar estimulación eléctrica para distraer y anular los sensores de dolor en el cerebro y para ayudar a relajar los músculos tensos. Durante la inmovilización, los ejercicios de fisioterapia se centran en mantener el movimiento completo del codo, la muñeca y la mano, ya que estas articulaciones pueden tensarse mientras el paciente lleva un cabestrillo. Después de aproximadamente una semana, se suspende el cabestrillo y se realizan ejercicios de fisioterapia para aumentar la amplitud de movimiento del hombro. El hombro lesionado es asistido por el brazo opuesto, utilizando poleas o un palo para los ejercicios. A medida que el dolor disminuye, el brazo lesionado se ejercita sin ayuda.

Estabilización dinámica

La inestabilidad crónica estira permanentemente los estabilizadores estáticos (ligamentos, labrum y cápsula articular), lo que requiere que los músculos trabajen más para estabilizar la articulación. Los músculos del manguito rotador (supraespinoso, infraespinoso, redondo menor y subescapular), los deltoides y el omóplato proporcionan estabilidad dinámica al hombro, evitando que se mueva más allá de su rango normal de movimiento durante la actividad. Los ejercicios de fisioterapia se enfocan en fortalecer estos músculos para prevenir futuras dislocaciones. Los ejercicios de fortalecimiento se realizan con bandas de resistencia, pesas libres y balones medicinales. Actividades como flexiones de brazos, iniciadas en una posición de rodillas para reducir la presión sobre el hombro, y lanzar una pelota contra un trampolín rebotador, y luego atraparla al regresar, reentrena los receptores en la articulación del hombro para decirle a los músculos estabilizadores que se contraigan durante la actividad. La inestabilidad crónica puede requerir una intervención quirúrgica si falla el tratamiento conservador. El labrum y los ligamentos se reparan quirúrgicamente y el hombro se inmoviliza para permitir que los tejidos vuelvan a formar cicatrices. La fisioterapia se inicia poco después de la cirugía y se prescriben ejercicios de amplitud de movimiento y fortalecimiento según las instrucciones del médico.