Las amputaciones de los dedos de los pies pueden ocurrir por lesiones traumáticas, infecciones o como resultado de una condición médica como la diabetes. Las prótesis de los dedos del pie, o dedos artificiales, se utilizan para mejorar el equilibrio al caminar, prevenir las deformidades de los dedos restantes y mejorar la apariencia del pie.
Resumen
La amputación de un solo dedo, incluso del dedo gordo del pie, generalmente no afecta la capacidad de una persona para caminar. Sin embargo, puede afectar la posición de los otros dedos del pie, causando potencialmente deformidades con el tiempo. Por ejemplo, la amputación del segundo dedo puede hacer que el dedo gordo se incline hacia los otros dedos. Esta condición requiere un relleno de dedo artificial, ya sea como parte de un inserto de zapato o una prótesis de dedo del pie hecha a medida. Los dedos artificiales se hacen usando el mismo dedo del pie opuesto como modelo. Estas prótesis se deslizan sobre el pie como una zapatilla, proporcionando una apariencia realista.
Tratamiento preprotésico
Se requieren varias intervenciones de tratamiento antes de que se pueda utilizar un dedo protésico. Inmediatamente después de la amputación, se realiza el cuidado de la herida hasta que la piel se haya curado por completo. La presión de un dedo ortopédico podría hacer que la herida se vuelva a abrir si la piel no se ha curado por completo. Se utilizan vendas de presión alrededor del pie para reducir la hinchazón y dar una forma suave al área debajo del dedo amputado. Esto es vital para un ajuste adecuado de la futura prótesis de dedo. El tratamiento preprotésico suele tardar de 6 a 8 semanas en completarse.
La terapia
La fisioterapia a menudo se prescribe después de la amputación de un dedo del pie. Antes del entrenamiento protésico, se realizan ejercicios para fortalecer los músculos de las piernas que se utilizan para estar de pie y caminar. Se prescriben ejercicios de rango de movimiento para mantener la flexibilidad de los dedos restantes. Las actividades de entrenamiento de la marcha le enseñan a la persona cómo caminar después de la amputación. El centro de equilibrio de un individuo cambia después de la amputación del dedo del pie, lo que requiere que los músculos del tobillo trabajen más para mantener el equilibrio. Inicialmente, es posible que se necesite un dispositivo de asistencia, como un bastón o una muleta, para caminar.
Entrenamiento protésico
La fisioterapia continúa después de que la prótesis del dedo del pie está lista para enseñarle a la persona cómo caminar con el dedo artificial. Se practica un patrón de marcha del talón a la punta. Esto puede resultar difícil al principio debido a la falta de sensibilidad en la prótesis del dedo del pie. Las actividades de entrenamiento de la marcha progresan a caminar sobre superficies irregulares y subir escaleras y continúan hasta que una persona es independiente con su prótesis. Se monitorea la piel para detectar áreas de presión: enrojecimiento que no desaparece dentro de los 15 minutos posteriores a la extracción de la prótesis. Esto debe abordarse de inmediato para evitar el deterioro de la piel.