Neumonía y EPOC

Más de 12 millones de estadounidenses padecen enfermedad pulmonar obstructiva crónica. La EPOC es un grupo de afecciones pulmonares progresivas, que incluyen bronquitis crónica y enfisema, caracterizadas por inflamación de las vías respiratorias, reducción del flujo de aire y aumento de la producción de moco. En última instancia, las personas con bronquitis crónica pueden desarrollar enfisema, que se manifiesta por la destrucción del tejido pulmonar y el agrandamiento de los espacios de aire de los pulmones. Debido al taponamiento de moco, el atrapamiento de aire y las lesiones tisulares, los pulmones de las personas con EPOC son más susceptibles a la invasión bacteriana y viral, lo que prepara el escenario para la neumonía.

Colonización versus invasión

Hasta en el 50 por ciento de las personas con EPOC, las vías respiratorias inferiores están colonizadas por bacterias, como Streptococcus pneumoniae, Hemophilus influenzae y Moraxella catarrhalis. Estos organismos pueden desencadenar neumonía si invaden el tejido pulmonar circundante. Durante un episodio de neumonía, la cantidad de bacterias en sus vías respiratorias puede aumentar, pero las muestras de su moco pueden revelar varias especies bacterianas diferentes. Por lo tanto, la causa específica de la neumonía bacteriana en una persona con EPOC puede no ser identificable. La influenza y otros virus también pueden causar neumonía, y estos patógenos tampoco siempre son fácilmente identificables.

Empeoramiento de los síntomas

La EPOC no es una espiral descendente gradual para la mayoría de los pacientes. Más bien, está marcado por episodios de empeoramiento de los síntomas (dificultad para respirar, aumento de la flema, sibilancias y tos) que los médicos denominan "exacerbaciones". Según una revisión de 2003 en la revista "Respiratory Care", aproximadamente la mitad de las exacerbaciones observadas en pacientes con EPOC son provocadas por infecciones virales o bacterianas. Independientemente de la causa, las exacerbaciones a menudo conducen a una disminución abrupta de la función pulmonar, gran parte de la cual puede no ser recuperable. Por tanto, la reducción del número de exacerbaciones ayuda a preservar la función pulmonar.

Evaluación y manejo

No todas las exacerbaciones de la EPOC, incluidas las desencadenadas por neumonía, requieren hospitalización. La Iniciativa Global para la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica informa que más del 80 por ciento de las exacerbaciones pueden tratarse de forma ambulatoria. Sin embargo, las personas con neumonía tienden a estar más enfermas que aquellas cuyas exacerbaciones son provocadas por resfriados o irritantes en el aire, por lo que es más probable que lo hospitalicen si tiene neumonía. Su médico determinará el mejor enfoque para usted en función de la gravedad de sus síntomas, una radiografía de tórax, la saturación de oxígeno en sangre y otras pruebas. Si su flema ha cambiado de color, si se ha vuelto verde o amarilla, en lugar de transparente, su médico puede recetarle antibióticos.

Reduciendo Riesgo

La EPOC puede deberse a una variedad de factores, pero el tabaquismo sigue siendo la causa principal. Además, las personas que fuman tienden a tener niveles más altos de colonización bacteriana en sus vías respiratorias, al igual que las personas con EPOC más grave. Por lo tanto, se recomienda encarecidamente a las personas con EPOC que dejen de fumar para reducir el riesgo de exacerbaciones. Si su médico le ha recetado medicamentos para controlar sus síntomas, adherirse a su plan de tratamiento ayudará a prevenir las exacerbaciones, incluidas las causadas por la neumonía. Si de repente tiene más dificultad para respirar, si tiene fiebre o si su flema se vuelve más abundante o cambia de color, comuníquese con su médico de inmediato.