Aunque parece fácil, la flexión se basa en la forma correcta si desea obtener los beneficios del ejercicio. Mientras se concentra en construir y desarrollar los músculos de la parte superior de su cuerpo, también se enfocará en un conjunto secundario de músculos estabilizadores, lo que lo ayudará a desarrollar su núcleo. Un conjunto bueno y fuerte de músculos oblicuos centrales le brindará una mayor flexibilidad, mayor apoyo para la espalda e incluso puede beneficiar la digestión.
Núcleo fuerte, espalda recta
Acuéstese boca abajo en el suelo, con los brazos extendidos. Levante el cuerpo del suelo, colocando las manos debajo de los hombros, ligeramente más separadas que el ancho de los hombros. Mantenga los pies juntos y señale con los dedos hacia adelante. Descanse sobre los dedos de los pies y apunte los talones lejos de su cuerpo. Bájese lentamente hasta el suelo doblando los codos. Mantenga la espalda recta, la cabeza y la columna alineadas. Mantenga los músculos del estómago hacia adentro para proporcionar equilibrio y soporte central. Regresa a la posicion inicial y repite.
Fuerzas estabilizadoras
Los oblicuos se utilizan durante la flexión como uno de los músculos estabilizadores del ejercicio. Los músculos estabilizadores pueden mantener la postura o ayudar a sostener una articulación. Durante una lagartija, los estabilizadores son los músculos que utiliza para mantener su cuerpo rígido y rígido. Los otros músculos estabilizadores que se utilizan durante una lagartija incluyen los abdominales en el estómago y los cuádriceps en los muslos.
Protegiendo y apoyando
Los músculos oblicuos se encuentran a los lados y los usa para doblar, rotar y flexionar la cintura. También juegan un papel importante en el proceso digestivo, ayudando a comprimir el contenido de su abdomen. Apretar los costados durante una lagartija se suma al equilibrio interno del núcleo, lo que le permite alinear la columna vertebral y las extremidades inferiores en línea recta. Sostener su cuerpo de esta manera asegura que se aplique presión a su pecho, hombros y brazos mientras protege y sostiene su espalda.
Frecuencia y asesoramiento
Comience con tres series de ocho a 12 flexiones, con un minuto de descanso entre cada serie. Tres series, dos o tres veces por semana es un buen número al que aspirar. Si tiene dificultades para realizar la última repetición de cada serie, tiene el número correcto para usted. Cuando las flexiones sean más fáciles, agregue dos o tres repeticiones a las series. Es una buena idea calentar antes de empezar y enfriar después; esto le ayudará a evitar la rigidez o tirones musculares. Hable con su médico antes de agregar sesiones de flexiones a su programa de ejercicio semanal.