El queso ha jugado un papel importante en la historia de muchas culturas. La mayoría de los quesos se elaboran introduciendo una enzima o una bacteria en la leche. Esto hace que se coagule y se separe. Existen cientos de variedades de queso diferentes, cada una con un sabor diferente. El queso es un gran bocadillo porque es portátil y tiene una vida útil bastante larga.
Beneficios médicos
El queso le proporciona proteínas completas, tiene cantidades adecuadas de los nueve aminoácidos esenciales. También obtienes calcio, hierro, minerales y vitaminas como la vitamina B y A. Con todos esos nutrientes también viene la grasa y, lamentablemente, el queso tiene grasas saturadas. Limite su consumo de grasas saturadas. La Asociación Estadounidense del Corazón recomienda de dos a tres productos lácteos descremados o bajos en grasa al día. Esto puede ser 1 1/2 onzas de queso, que es aproximadamente del tamaño de seis dados apilados.
Opciones bajas en grasas
La mayoría de los quesos como el cheddar y la mozzarella están disponibles en opciones bajas en grasa o sin grasa. Algunos ciertamente prueban cada parte de la versión baja en grasa, pero existen muchas variedades que tienen un gran sabor y sensación en la boca. Si le gusta el queso cheddar, puede ahorrar alrededor de 7 gramos de grasa y 65 calorías por porción de 1 onza eligiendo la versión baja en grasa. Si elige una mozzarella sin grasa, compre una variedad sin grasa y con 40 calorías por porción de 1 onza. Los quesos duros como el romano y el parmesano son un poco más bajos en grasa, por lo que son buenas opciones con moderación.
Queso y Trigo Integral
Nada combina con un queso bajo en grasa como el trigo integral para crear un bocadillo bajo en grasa y que lo mantendrá lleno y con energía durante horas. Haga un roll-up rápido calentando en el microondas un poco de queso bajo en grasa en una tortilla de trigo integral. Una rebanada de Romano en una galleta de trigo integral es fácil y satisfactoria. La pizza en miniatura sería deliciosa si obtiene la mitad de un bagel de trigo integral o un panecillo inglés y lo cubre con un poco de salsa de tomate y una rebanada de queso bajo en grasa. O corte una tortilla de trigo integral por la mitad y llene un lado con queso rallado bajo en grasa y salsa. Cúbralo con la otra mitad y cocine a la parrilla por cada lado durante unos minutos para hacer una quesadilla pegajosa y baja en grasa.
Queso y Fruta
El queso también es excelente cuando se combina con otros carbohidratos complejos como la fruta. Los carbohidratos complejos aportan calorías, vitaminas, minerales y fibra. El requesón bajo en grasa sabe mejor cuando lo mezcla con bayas frescas. Una manzana fresca o rodajas de pera con queso Brie o queso de cabra encima es un refrigerio refrescante. Cuando combina fruta y queso, obtiene un refrigerio bien equilibrado que le toma tiempo a su cuerpo para digerir para que obtenga los máximos beneficios de su comida.