El síndrome de ovario poliquístico es una enfermedad con muchas caras. En su forma clásica y completa, se caracteriza por irregularidades menstruales, obesidad abdominal, infertilidad, niveles altos de hormonas masculinas y múltiples quistes ováricos. Sin embargo, se han descrito otras formas de SOP en las que no hay quistes ováricos, la menstruación es más regular, el peso corporal es normal o los desequilibrios hormonales no son tan graves. En las mujeres con síndrome de ovario poliquístico, también son frecuentes otras anomalías metabólicas, como la glucemia elevada.
Resistencia a la insulina
Entre el sesenta y el 80 por ciento de todas las mujeres con SOP son resistentes a la insulina, aunque las razones de esto no están claras. La insulina es una hormona producida por el páncreas cada vez que aumenta la glucosa en sangre. Su función principal es impulsar la glucosa del torrente sanguíneo a las células, donde se puede metabolizar para obtener energía. Si sus células no responden a la insulina como deberían, su nivel de glucosa en sangre aumenta y su páncreas debe liberar más insulina para mantener su glucosa en un nivel normal. La resistencia a la insulina es un factor de riesgo para la diabetes tipo 2 y las enfermedades cardíacas.
La obesidad puede contribuir
La resistencia a la insulina no es exclusiva de las mujeres con SOP. El síndrome metabólico, una condición prediabética, la diabetes tipo 2 y la obesidad también se caracterizan por la resistencia a la insulina. Si bien la obesidad que a menudo se asocia con el síndrome de ovario poliquístico puede contribuir a la resistencia a la insulina, muchas mujeres que tienen síndrome de ovario poliquístico pero que no son obesas siguen siendo resistentes a la insulina. Por lo tanto, la resistencia a la insulina en el síndrome de ovario poliquístico se debe, al menos en parte, a otros factores que pueden ser específicos de las mujeres afectadas por este trastorno.
Absorción muscular discapacitada
Su hígado, músculos, cerebro y tejido graso son metabólicamente activos y requieren altos niveles de glucosa para realizar sus funciones. Normalmente, la captación de glucosa en estos tejidos se ve facilitada por altas concentraciones de receptores celulares y moléculas de señalización. Un estudio publicado en la edición de marzo de 2009 del “Biochemical Journal” demostró un defecto en una de las tres moléculas de señalización importantes en los músculos de las mujeres con SOP. Este defecto celular reduce la capacidad de sus músculos para responder a la insulina, afecta la captación de glucosa y aumenta su nivel de glucosa en sangre. No está claro por qué las moléculas de señalización de insulina se alteran en mujeres con SOP, ni tampoco está claro todavía si este mismo defecto está presente en otros tejidos y órganos de las mujeres afectadas.
Mejora de la sensibilidad a la insulina
La infertilidad, los ciclos menstruales irregulares y un mayor riesgo de diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares se encuentran entre los problemas que enfrentan las mujeres con SOP. La resistencia a la insulina y el nivel elevado de glucosa en sangre contribuyen a estos problemas al desencadenar inflamación en los tejidos de todo el cuerpo. La sensibilidad a la insulina se puede mejorar con el ejercicio, lo que aumenta la absorción muscular de glucosa. Sin embargo, el ejercicio por sí solo puede no ser suficiente para abordar la resistencia a la insulina en mujeres con síndrome de ovario poliquístico. La metformina (Glucophage), un medicamento que disminuye la producción de glucosa en el hígado y mejora la sensibilidad a la insulina en otros tejidos, se prescribe con frecuencia a mujeres que tienen SOP. Se ha demostrado que la metformina reduce los niveles de glucosa en sangre, regula los ciclos menstruales, mejora la fertilidad y ayuda a mantener los embarazos en algunas mujeres con SOP. Su médico determinará si la metformina es adecuada para usted.