¿Qué es burbujear al nadar?

La técnica del burbujeo ayuda a los nadadores a respirar correctamente. Cuando nada, inhala por la boca cuando su cara está por encima del agua y exhala por la boca o la nariz cuando su cara está bajo el agua. Los principiantes a menudo entran en pánico durante la fase submarina y contienen la respiración. Al exhalar un flujo constante de burbujas mientras nada, puede evitar este tipo de tensión y concentrarse en el rendimiento.

No rocíe, burbuja

Respirar para el estilo libre implica exhalar un flujo constante de burbujas a través de la boca o la nariz en el agua, excepto cuando gira la cabeza fuera del agua e inhala. Debido a que las personas no se sienten cómodas bajo el agua por naturaleza, la tendencia es inhalar cuando sus cabezas están por encima del agua y luego contener la respiración durante una o dos brazadas. Esperan hasta el último minuto para exhalar una gran bolsa de aire en el agua, lo que resulta en un rocío. Hacer burbujas bajo el agua le anima a liberar aire gradualmente. Cuando levante la cabeza fuera del agua, estará relajado y listo para inhalar.

Exceso de dióxido de carbono

Cuando nadas, la tensión es tu enemiga. Si aguantas la respiración, tu cuerpo comienza a tensarse. Una deficiencia de oxígeno va acompañada de un aumento de dióxido de carbono en los pulmones y el torrente sanguíneo, lo que desencadena la desesperación por respirar. Si exhala un flujo constante de burbujas mientras nada, el CO2 no se acumula en su sistema y no sentirá la ansiedad de alcanzar la siguiente respiración. Si intentas inhalar y exhalar mientras tu cabeza está fuera del agua, estás exprimiendo demasiadas acciones en un corto período de tiempo.

Bob y Bubble

Puede realizar ejercicios para hacer crecer burbujas respiratorias más cómodas bajo el agua y trabajar en su técnica. El balanceo, donde te hundes bajo el agua y exhalas lentamente una corriente de burbujas por la nariz y la boca, es una forma de familiarizarte con el control de la respiración. Cuando regrese a la superficie, inhale y luego vuelva a sumergirse en el agua y exhale nuevamente. Según el libro de la nadadora olímpica Janet Evans, "Janet Evans 'Total Swimming", Evans utilizó un ejercicio en el que se colgó del borde de la piscina, inhaló profundamente y luego sumergió la cabeza y el cuerpo bajo el agua. Luego, se soplaría el aire por la nariz, vaciando sus pulmones burbujeando antes de salir a la superficie. La técnica es una forma simple pero efectiva de aprender a burbujear.

Hundirse y luego nadar

La etapa siguiente después del balanceo es aprender a hundirse y permanecer en el fondo de la piscina mientras exhala burbujas. Al sentirse cómodo estando bajo el agua, puede contrarrestar el instinto natural de ponerse tenso. Empiece por hacer agua en el fondo de la piscina y exhale el aire de sus pulmones. Relaje los músculos de su cuerpo, imaginando que se está acomodando en un sofá acolchado. Permítase hundirse hacia abajo de manera lenta y controlada, sin dejar de exhalar. Cuando llegues al fondo de la piscina, exhala hasta que necesites respirar y luego sube a la superficie. Practica hundirte varias veces. A continuación, intente sentarse o acostarse boca arriba en el fondo de la piscina, soplando burbujas.