La sangre en las heces puede tomar varias formas. La hematoquecia, el paso de sangre roja brillante por el recto, es una de las manifestaciones más aterradoras del sangrado gastrointestinal. La melena es un excremento negro alquitranado que resulta de la acción de las enzimas digestivas en la sangre a medida que pasa por el tracto gastrointestinal. La sangre oculta, que surge de un sangrado lento dentro de su intestino, no se puede ver a simple vista, pero se puede detectar con pruebas especiales. Todo sangrado rectal, ya sea que esté asociado con dolor abdominal o no, amerita una evaluación médica. Si de repente pierde una gran cantidad de sangre, consulte a su médico de inmediato.
Sangrado repentino
Según una revisión de 2012 en el “World Journal of Gastroenterology”, el sangrado del tracto gastrointestinal superior es una causa más común de pérdida de sangre significativa y repentina que el sangrado gastrointestinal inferior. Las úlceras pépticas y la gastritis (inflamación del revestimiento del estómago) son las causas más comunes de hemorragia digestiva alta aguda en todos los grupos de edad. En los jóvenes, la causa más común de hemorragia digestiva baja es la enfermedad inflamatoria intestinal, que incluye la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa. En personas mayores de 50 años, la causa más común de hemorragia digestiva baja es la diverticulosis, que se caracteriza por pequeñas bolsas que sobresalen de la pared del colon.
Sangrado crónico
En la mayoría de los casos, el sangrado crónico del tracto gastrointestinal superior es el resultado de gastritis, úlceras o inflamación en la parte inferior del esófago, que generalmente se debe a la enfermedad por reflujo ácido. Los cánceres de estómago o de esófago son causas poco frecuentes de hemorragia digestiva alta crónica. Las hemorroides, los pólipos de colon, la colitis ulcerosa, el cáncer de colon y la diverticulosis son las causas más comunes de pérdida crónica de sangre del tracto gastrointestinal inferior. En ocasiones, el sangrado surge de malformaciones arteriovenosas, que son vasos sanguíneos anormales y frágiles que pueden ocurrir en todo el tracto gastrointestinal.
La ubicación del dolor proporciona una pista
Muchas de las afecciones que causan hemorragia gastrointestinal no causan dolor. La diverticulosis, los pólipos de colon y las malformaciones arteriovenosas tienden a causar sangrado indoloro. Muchos cánceres son indoloros, al menos hasta que son bastante grandes o avanzados. Por el contrario, las úlceras pépticas, la gastritis y las enfermedades inflamatorias del intestino suelen ser dolorosas, al menos de forma intermitente. La diverticulitis, la forma inflamatoria de la diverticulosis, y la inflamación del esófago también pueden causar dolor. Si tiene dolores agudos en la boca del estómago, es posible que tenga una úlcera, gastritis o inflamación del esófago. El sangrado de estas afecciones generalmente causa melena o sangre oculta. Los dolores agudos en la parte inferior del abdomen pueden ser causados por una enfermedad inflamatoria intestinal (es más probable que la colitis ulcerosa cause sangrado que la enfermedad de Crohn) o diverticulitis. El cáncer de colon es una posibilidad menos probable. La hemorragia digestiva baja suele causar hematoquecia o, si es bastante lenta, sangre oculta.
Gratis
Aunque el sangrado rectal generalmente es el resultado de afecciones que no ponen en peligro la vida, es posible que su médico desee descartar cáncer, enfermedad inflamatoria intestinal, úlceras y otras causas potencialmente graves de su dolor y sangrado. Para las personas con hemorragia gastrointestinal pero sin otros síntomas, la Asociación Estadounidense de Gastroenterología recomienda una endoscopia tanto superior como inferior, que implica pasar un endoscopio flexible a su intestino superior e inferior. Estos exámenes permiten la visualización directa de su esófago, estómago, intestino delgado superior y colon. La evaluación puede adaptarse a la ubicación de su dolor; la naturaleza de su sangrado rectal; cualquier síntoma adicional que pueda tener, como fiebre o dolor en las articulaciones; y otros factores de riesgo de hemorragia gastrointestinal, como el uso regular de aspirina u otros medicamentos antiinflamatorios. Si su médico decide continuar con la endoscopia superior o inferior pero no puede identificar una fuente de sangrado, se pueden ordenar otras pruebas, como la cápsula endoscópica. Este examen implica tragar una pequeña cámara digital que puede generar imágenes a medida que pasa por su intestino. El tratamiento para la hemorragia gastrointestinal está determinado por la causa subyacente.