¿Qué sucede cuando un disco abultado no se trata?

La terminología diagnóstica inconsistente puede causar confusión sobre la gravedad y el pronóstico de las protuberancias del disco. Las protuberancias de disco son bastante comunes y en muchos casos no requieren un tratamiento específico. Solo casos excepcionales requieren tratamientos invasivos como la cirugía. Las personas con discos abultados sin complicaciones pueden llevar una vida normal y activa sin hacer adaptaciones especiales para la afección.

Anatomía del disco

Los discos intervertebrales son estructuras especializadas de tejido conectivo que sirven como amortiguadores entre las vértebras de la columna vertebral. Las porciones más internas de los discos consisten en un material pulposo gelatinoso que le da a los discos su cualidad elástica. Este material está contenido en capas de tejido conectivo fibroso que se anclan firmemente a las vértebras adyacentes. En circunstancias normales, los márgenes de los discos se extienden hasta los bordes de las vértebras a las que están conectados. En algunas circunstancias, los márgenes de un disco pueden sobrepasar sus límites habituales. Debido a que los delicados nervios espinales ocupan el espacio detrás de los discos, son potencialmente vulnerables a cualquier cosa que pueda competir por este espacio.

Terminología

Un artículo de la revista "Spine" destaca un problema asociado con la terminología utilizada para describir las afecciones del disco espinal. Existe poca convención, incluso entre los profesionales médicos, sobre términos específicos utilizados para describir el mismo problema. Las palabras "abultamiento", "hernia", "protuberancia" y "extrusión" son solo algunos ejemplos de palabras que a veces se usan indistintamente. Los autores del artículo piden una aplicación más específica y coherente de estos términos para evitar confusiones diagnósticas. El término "abultamiento" debe limitarse a un hallazgo que se observa en un disco que ha comenzado a perder parte de su contenido de humedad con el paso del tiempo o el desgaste. Mientras esto sucede, el disco pierde algo de grosor y puede abultarse alrededor de los bordes de la misma forma que un neumático se abulta cuando deja salir la mitad del aire. Esto contrasta con las otras condiciones nombradas que se aplicarían a los discos dañados que, en diversos grados, han permitido que el material pulposo escape de sus confines normales e invada los espacios circundantes.

Manifestaciones clínicas

Las protuberancias del disco ocurren gradualmente y no son resultado de eventos traumáticos repentinos, por lo que no causan la inflamación dolorosa que a menudo se asocia con las lesiones repentinas del disco. También tienden a ser expansiones amplias y difusas de los márgenes del disco, en contraste con las protuberancias invasivas focales que a menudo se observan con los diversos tipos de hernias de disco. Como se ilustra en un estudio publicado en el "New England Journal of Medicine", los abultamientos del disco pueden estar presentes en al menos la mitad de todos los adultos asintomáticos. Su presencia en imágenes de resonancia magnética de personas sintomáticas, en lugar de revelar la causa del dolor, a menudo puede ser una coincidencia. Los autores notaron que la aparición de protuberancias del disco aumenta con la edad.

Pronóstico

Una persona con un disco abultado generalmente tiene un buen pronóstico con o sin tratamiento. En algunos casos, una lesión como una hernia de disco puede etiquetarse erróneamente como un bulto. En estos casos, la afección probablemente requiera algún tipo de tratamiento. Existen excepciones a un pronóstico favorable en los casos en que una persona tiene un canal espinal inusualmente pequeño o un abultamiento de disco muy grande. En cualquier caso, el problema es de espacio relativo. Cuando el canal espinal, el espacio que contiene los delicados nervios espinales, se contrae hasta el punto en que los nervios se comprimen, la afección se denomina estenosis espinal. En individuos susceptibles, incluso un disco abultado puede robar suficiente espacio en el canal espinal para producir estenosis. En estas personas, es posible que sea necesario tratar el abultamiento del disco para aliviar la presión sobre los nervios espinales. Según la Academia Estadounidense de Cirujanos Ortopédicos, estos pacientes pueden beneficiarse de la tracción, la fisioterapia, la manipulación quiropráctica o los medicamentos antiinflamatorios. Los casos graves pueden requerir descompresión quirúrgica.

Advertencias

Las señales de que una protuberancia del disco podría estar causando estenosis incluirían dolor que se irradia a las piernas, entumecimiento o debilidad en una o ambas piernas. Estos síntomas indicarían la necesidad de una evaluación o tratamiento adicionales. Las complicaciones más graves, como la pérdida del funcionamiento normal de los intestinos o la vejiga, sugerirían una compresión nerviosa grave y la necesidad de una evaluación quirúrgica inmediata.