Muchas personas que experimentan un ataque cardíaco dicen que sienten como si un elefante estuviera sentado sobre su pecho. Si bien el dolor de pecho severo es un sello bien conocido de un ataque cardíaco, también pueden ocurrir otros síntomas más sutiles. A veces, la fatiga profunda e incluso las alteraciones del sueño pueden indicar un ataque cardíaco inminente. Según los datos de un estudio de noviembre de 2003 en "Circulation", las mujeres que sufren un ataque cardíaco tienen menos probabilidades de reportar un dolor de pecho clásico que los hombres. Sin embargo, cualquier persona que sufra un ataque cardíaco puede experimentar síntomas menos conocidos.
Dolor de mandibula
La angina describe el dolor de pecho debido a una enfermedad cardíaca subyacente. Algunas personas experimentan lo que se conoce como equivalente anginoso, lo que significa que se produce otro síntoma además del dolor en el pecho cuando se deteriora el flujo sanguíneo al corazón. El dolor de mandíbula es un equivalente anginoso común. En algunos casos, las personas pueden notar inicialmente un dolor en el pecho que se extiende al cuello o la mandíbula. En otros casos, el dolor de mandíbula en sí mismo puede ser el síntoma principal. Si nota un dolor intenso en la mandíbula sin ningún trauma o lesión previa, especialmente si también experimenta sudoración profusa, mareos o náuseas, busque atención médica de inmediato.
Fatiga
La fatiga está asociada con una serie de afecciones cardíacas, incluido un ataque cardíaco. En una serie de 217 pacientes con enfermedad coronaria, el 18 por ciento de las mujeres y el 9 por ciento de los hombres notaron fatiga inusual antes de un ataque cardíaco, informa el autor de un artículo de revisión de mayo de 2009 en la Clínica de Medicina Física y Rehabilitación de América del Norte. No está claro por qué algunas personas experimentan fatiga antes de un ataque cardíaco mientras que otras no. Las diferencias en la liberación de cortisol y otras hormonas del estrés pueden influir. La fatiga severa y la falta de sueño pueden ocurrir en las semanas y días previos a un ataque cardíaco. Asegúrese de hablar con su médico sobre cualquier alteración del sueño o fatiga inusual.
Náusea
A menudo, cuando las personas tienen un ataque cardíaco, primero notan que simplemente no se sienten bien. Las náuseas, la indigestión y la falta de apetito pueden ser parte de esta sensación de que algo no está bien. Los investigadores especulan que el nervio vago, un nervio principal con ramas que viajan tanto al corazón como al estómago, puede ser responsable de los síntomas de las náuseas durante un ataque cardíaco. Si bien la indigestión y las náuseas pueden parecer simplemente molestias, si tiene factores de riesgo de enfermedad cardíaca, incluidos antecedentes de tabaquismo, diabetes, colesterol alto o falta de actividad física regular, hable sobre sus síntomas con su médico.
Desmayo
Cuando el flujo sanguíneo al corazón se ve comprometido abruptamente, la actividad eléctrica del corazón también puede verse afectada. La actividad eléctrica anormal puede provocar mareos e incluso desmayos. Si bien el aturdimiento y los desmayos rara vez son los únicos indicadores de un ataque cardíaco, la sensación de desmayo o debilidad en asociación con palpitaciones, malestar en el pecho o dificultad para respirar debe tomarse en serio. Si usted o un ser querido experimenta mareos o aturdimiento inexplicables, busque atención médica.