Síntomas que actúan como un ataque cardíaco

El dolor de pecho intenso y la dificultad para respirar son síntomas clásicos de un ataque cardíaco. Pero otros trastornos que afectan el corazón, los pulmones e incluso el sistema digestivo pueden causar síntomas que actúan como un ataque cardíaco. Un electrocardiograma, o EKG, muestra la actividad eléctrica del corazón y puede ayudar a diferenciar un ataque cardíaco de otras afecciones. En algunos casos, se necesitan pruebas adicionales para llegar a la raíz de los síntomas preocupantes.

Dolor de pecho

El dolor de pecho es el síntoma más común asociado con un ataque cardíaco, pero también ocurre con muchos otros trastornos. La pericarditis, una afección caracterizada por la inflamación del revestimiento que rodea el corazón, puede provocar un dolor intenso en el pecho. Si bien el dolor en el pecho debido a un ataque cardíaco tiende a ser de intensidad constante, el dolor en el pecho relacionado con la pericarditis a menudo empeora cuando el individuo respira profundamente y se acuesta. Las afecciones que afectan los pulmones, incluida la neumonía, la inflamación del revestimiento alrededor de los pulmones o una punción en el revestimiento de los pulmones, también pueden provocar dolor en el pecho. Los trastornos del esófago, un tubo muscular que transporta los alimentos desde la boca hasta el estómago, también pueden provocar un dolor intenso en el pecho. El espasmo de las fibras musculares del esófago puede provocar calambres en el pecho y dificultad para tragar. La acidez de estómago también puede causar episodios esporádicos de dolor en el pecho.

Falta de aliento

Muchas personas que sufren un ataque cardíaco experimentan dificultad para respirar, aunque este síntoma también es común con otras afecciones. La pericarditis y una afección similar conocida como miocarditis pueden interferir con la respiración. La miocarditis inflama y debilita el músculo cardíaco, lo que puede provocar la acumulación de líquido en los pulmones. La neumonía también puede provocar una acumulación de líquido en los pulmones que provoca dificultad para respirar. La dificultad para respirar debido a un ataque cardíaco generalmente se desarrolla repentinamente, mientras que la dificultad para respirar causada por la neumonía tiende a surgir de manera más gradual.

Náusea

Algunas personas experimentan náuseas durante un ataque cardíaco que suelen ir acompañadas de sudoración intensa. Los episodios de acidez estomacal también pueden causar náuseas, debido al reflujo de ácido del estómago. A diferencia de un ataque cardíaco, los síntomas de náuseas y dolor en el pecho causados ​​por trastornos digestivos no suelen provocar sudoración, palpitaciones cardíacas o dificultad para respirar.

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Un electrocardiograma es una prueba sencilla que a menudo ayuda a identificar la causa del dolor en el pecho y otros síntomas similares a los de un ataque cardíaco al mostrar la actividad eléctrica del corazón. Ciertos patrones eléctricos son más consistentes con un ataque cardíaco que otros trastornos. Aun así, tanto la pericarditis como la miocarditis también pueden afectar la actividad eléctrica del corazón. En estos casos, puede ayudar una evaluación adicional con análisis de sangre y pruebas especiales de rayos X. Si experimenta un dolor intenso en el pecho, especialmente cuando es un síntoma nuevo acompañado de sudoración, mareos, náuseas o dificultad para respirar, busque atención médica inmediata.