Trastornos del desarrollo del cerebro fetal

Durante el embarazo, cada uno de los sistemas de órganos fetales experimenta complejos cambios de desarrollo. Estos sistemas son funcionales al nacer y pueden manejar y apoyar el cuerpo del recién nacido, aunque continúan creciendo. El desarrollo del cerebro implica la formación de millones de células nerviosas. Su desarrollo es especialmente complejo, comienza durante la vida fetal y continúa durante años después del nacimiento. Cuando cualquier parte del desarrollo del cerebro es anormal, puede provocar problemas potencialmente graves.

Desarrollo cerebral

El cerebro se desarrolla a partir de parte de un área engrosada de tejido llamada placa neural, que aparece durante la semana 3 del embarazo. Se extiende desde la región de la cabeza hasta la espalda del feto. Este tejido eventualmente se transforma en un tubo llamado tubo neural. En la región de la cabeza, el tubo se agranda rápidamente y se pliega parcialmente sobre sí mismo, formando regiones distintas.

La parte frontal se desarrolla en las dos mitades del cerebro llamadas hemisferios cerebrales, con muchos surcos y circunvoluciones elevadas en sus superficies. La porción media del tubo neural da lugar a áreas del cerebro involucradas en la vista, el sueño y otras funciones corporales. La última parte, llamada rombencéfalo, se convierte en el cerebelo, que ayuda a controlar el movimiento y las áreas del cerebro importantes para la respiración y otras funciones básicas.

Una serie de cavidades llamadas ventrículos que están llenas de líquido cefalorraquídeo se desarrollan a partir del canal central del tubo neural. Si se produce un error durante el desarrollo del cerebro, pueden producirse diversas anomalías o trastornos.

Trastornos graves

Los problemas que ocurren durante el desarrollo del cerebro fetal son a veces importantes y dan como resultado graves malformaciones cerebrales que pueden comprometer la supervivencia. Por ejemplo, entre 1,000 y 2,000 bebés nacen en los EE. UU. Cada año con una condición llamada anencefalia, en la cual el tubo neural se forma incorrectamente y la mayor parte del cerebro no se desarrolla. Los fetos que sobreviven con esta afección nacen sin hemisferios cerebrales, que gobiernan el pensamiento y la coordinación del movimiento. Por lo general, estos bebés no viven más allá de la infancia.

Otras afecciones graves incluyen la holoprosencefalia, en la que la parte frontal del cerebro no se divide en dos hemisferios, un problema que también puede causar un desarrollo anormal de la cara. Esta afección puede ser grave y, en ocasiones, puede causar la muerte antes o poco después del nacimiento. Ocasionalmente, un bebé con una forma leve de este trastorno puede tener estructuras faciales anormales pero problemas menores o ningún problema con la función cerebral.

Otros problemas

Aunque el desarrollo anormal del cerebro puede causar problemas graves, en algunas afecciones los síntomas son menos graves y se pueden controlar con el tratamiento adecuado. Por ejemplo, un trastorno que interfiere con el desarrollo de los ventrículos llenos de líquido en el cerebro fetal puede provocar una afección llamada hidrocefalia congénita. Con este trastorno, el exceso de líquido cefalorraquídeo en los ventrículos ejerce presión sobre el cerebro fetal, lo que puede interferir con el desarrollo de los tejidos. En algunos casos, la hidrocefalia se puede tratar quirúrgicamente después del nacimiento, a menudo con buenos resultados.

En una condición más rara, el tejido cerebral llamado cuerpo calloso, que ayuda a los dos hemisferios cerebrales a comunicarse, no se forma o se desarrolla solo en parte. Esta condición, llamada agenesia del cuerpo calloso, puede tener una causa genética o posiblemente estar relacionada con la exposición del feto a toxinas en la sangre de la madre. Los síntomas de esta afección varían mucho y pueden incluir problemas cognitivos moderados, convulsiones, anomalías visuales o auditivas o retraso en el desarrollo muscular.

Investigación

Una gran cantidad de investigación se ha centrado en identificar las causas del desarrollo anormal del cerebro fetal. Por ejemplo, la exposición fetal al alcohol del torrente sanguíneo de la madre puede interferir con el desarrollo del cerebro. Dependiendo del nivel de exposición al alcohol y el momento durante el embarazo, puede producir un grupo variado de problemas neurológicos llamados trastornos del espectro alcohólico fetal. Las anomalías y los síntomas varían de leves a graves.

El bajo consumo de ácido fólico de vitamina B durante el embarazo también puede causar anomalías cerebrales fetales, incluidos problemas en el desarrollo temprano del tubo neural. El folato es esencial para la producción de nuevas células nerviosas en el feto. Otras causas de errores en el desarrollo del cerebro fetal incluyen trastornos hormonales mal manejados en la madre, como hipotiroidismo, o su consumo de ciertos medicamentos que pueden interferir con el desarrollo del cerebro.

Las anomalías en los genes que controlan el movimiento de las células nerviosas fetales podrían explicar algunos trastornos. Una revisión publicada en octubre de 2012 en "Birth Defects Research" resumió los estudios clínicos y de laboratorio que identificaron varios genes que podrían ser responsables de la anencefalia y otros trastornos cuando su función es anormal.

Si tiene preguntas o inquietudes sobre cualquier aspecto del desarrollo fetal, discútalas con su médico.