En su libro "Hernia de disco lumbar", el cirujano ortopédico Franco Postacchini afirma que en cualquier momento, la prevalencia de la hernia de disco intervertebral lumbar en los Estados Unidos es de aproximadamente el 1.6 por ciento. Dado que hasta una cuarta parte de los adultos estadounidenses reportan dolor lumbar que duró al menos un día durante los últimos 3 meses, es evidente que existen otras afecciones que causan dolor de espalda con mayor frecuencia. Sin embargo, las hernias de disco intervertebral lumbar son relativamente comunes y pueden ser debilitantes. Comprender la naturaleza de esta afección puede ayudarlo a controlarla y prevenirla.
Anatomía
Una función de la columna es albergar y proteger la médula espinal y las delicadas raíces nerviosas que surgen de la médula espinal. Las raíces nerviosas que salen de la columna lumbar se combinan para formar el nervio ciático y otros nervios que viajan hacia y desde las piernas, la vejiga urinaria y el intestino.
Hay 5 discos intervertebrales en la columna lumbar. Anclan las vértebras juntas en una cadena semiflexible y actúan como amortiguadores para la columna. La parte exterior del disco, llamada anillo fibroso, está formada por capas de hebras entrelazadas de tejido conectivo fibroso. El centro del disco se llama núcleo pulposo y consta de un material similar a un gel.
En un disco sano, el núcleo pulposo está contenido de forma segura dentro de los límites del anillo fibroso resistente. Esta disposición es responsable de la acción de absorción de impactos de la columna vertebral. Según el quiropráctico Douglas Gates, autor de "Correlative Spinal Anatomy", la presión promedio en reposo de un disco intervertebral lumbar es de aproximadamente 30 libras por pulgada cuadrada.
Hernia
Una hernia de disco ocurre cuando fallan las fibras del anillo fibroso. Esto puede suceder lentamente con el tiempo con múltiples tensiones o lesiones pequeñas, o repentinamente con una lesión contundente. Cuando fallan suficientes fibras del anillo fibroso, el núcleo pulposo ya no puede estar contenido bajo presión. Una hernia ocurre cuando el material del núcleo rezuma más allá de los confines del anillo fibroso dañado.
La hernia puede comprimir los nervios espinales cercanos al disco. La inflamación y compresión de estos nervios espinales son responsables del dolor irradiado en las piernas, o ciática, que puede acompañar a una hernia de disco lumbar.
Tratamiento
Según la Academia Estadounidense de Cirujanos Ortopédicos, la mayoría de las hernias de disco lumbar no requieren cirugía. A menos que haya problemas relacionados con los nervios, como debilidad muscular, dificultad para caminar o pérdida del control de los intestinos o la vejiga, la atención no quirúrgica es la primera línea de tratamiento. Esto puede implicar fisioterapia, tratamiento quiropráctico y actividades modificadas durante varias semanas o meses. Se pueden recomendar inyecciones de esteroides espinales y medicamentos antiinflamatorios y analgésicos para controlar los síntomas.
La cirugía generalmente se recomienda solo después de que un período de tratamiento no quirúrgico no haya logrado aliviar los síntomas dolorosos o debilitantes. Los procedimientos quirúrgicos generalmente intentan eliminar cualquier material del disco que sobresalga que pueda estar comprimiendo los nervios espinales sensibles.
Prevención
Stuart McGill, Ph.D., una autoridad en biomecánica de la columna lumbar, implica que la flexión de la columna, o flexión hacia adelante, es la causa principal de las hernias de disco. En su libro, "Trastornos lumbares", McGill insta a tener precaución al realizar tareas que implican flexión de la columna.
McGill sugiere flexionar hacia adelante en las caderas en lugar de en o por encima de la cintura cuando se dobla o levanta. También aconseja evitar los ejercicios que enfatizan la flexión forzada repetida, como tocar los dedos de los pies y hacer abdominales. Incluso estar sentado durante mucho tiempo, dice McGill, puede dañar el anillo fibroso del disco con el tiempo. Recomienda ejercicios de fortalecimiento del núcleo, como planchas frontales y laterales, que no colocan la columna en flexión.